sábado, 24 de noviembre de 2007

EL BRUXISMO

Dientes que rechinan -


El "mal de los dientes apretados" no es algo que se da durante el día, cuando uno evita discutir con su pareja o con su jefe, sino que, muy por el contrario, ocurre durante la noche, cuando tendría que aprovecharse ese momento de relajación para recuperar las energías.

El bruxismo, ese rechinar de dientes durante las horas de sueño, es asociado a situaciones de estrés y nerviosismo y sus consecuencias van desde sensibilidad hasta la pérdida de piezas.

no sólo el stress puede ocasionar esta patología. También la falta de armonía en la mordida, que puede estar causada por prótesis que están fuera de lugar, así como también por arreglos dentales desacomodados.

"Esas dos cosas unidas hacen que se desencadene un sistema de protección del organismo, que lo que hace es que, cuando el cuerpo humano está fuera del estado de vigilia, trate de eliminar esas imperfecciones",
el bruxismo se presenta durante la noche, cuando la persona se encuentra, durante el día, en un "estado de abstracción" -por ejemplo, cuando está manejando, mirando una película o leyendo-, "pone la mandíbula en un lugar y ahí empieza a rechinar los dientes".

Una característica

La presión de la mordida, que es de entre 35 y 70 kilogramos/fuerza para masticar alimentos, se quintuplica.
los dientes "están preparados para encontrarse sólo en la masticación, y no más de cuatro veces por día".

Las consecuencias

La presión provocada por el bruxismo retrae las encías, hace saltar el esmalte en el cuello de los dientes, y provoca hipersensibilidad.

Esta patología, que actualmente está creciendo en fuerza y ataca principalmente a mujeres, también genera serios inconvenientes a nivel de la articulación tempomandibular, afectando a largo plazo los meniscos y, finalmente, las estructuras blandas de la mandíbula. En aquellas personas con un bruxismo muy marcado "se puede manifestar dolor de oído, zumbidos, tintineos, hasta náuseas y, en los casos más graves, vómitos


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